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domingo, 5 de octubre de 2014

Me agota

Me agota. Tal cual. Es duro decirlo pero es real como la vida misma.

Es un huracán que deja destrucción a su paso. Recojo una y mil veces las mismas cosas. En la cocina, en el salón, en el dormitorio...Entramos en un bucle sin fin. Él tira, yo recojo.

Cualquier juego constructivo que le saco, a los cinco minutos él lo convierte en un juego de percusión. Golpea la pared, golpea los muebles, golpea el frigorífico. Afortunadamente son piezas inofensivas...
Le abro un libro y lo cierra. Le pongo la TV y pasa de ella.



Lo bajo al parque para preservar mi salud mental y evitar que mi casa acabe como un castillo de naipes roto, pero entonces tenemos otro problema. Se lo come todo. Las piedras, las colillas... todo lo que encuentra por el suelo le va perfecto. E intentar sacárselo de la boca bien podía pasar por una escena del "Exorcismo de Emily Rose".



Hoy es domingo. Son las doce del mediodía. Llevamos 3 horas de muerte y destrucción y lo que te rondaré morena...

Cuando el fin de semana llega a su fin, simultáneamente también llega mi propio fin. Es el momento de la hecatombe.

Acabo como si me hubiese pasado una apisonadora por encima. Rendida, derrotada y con una nueva semana por delante que afrontar, aunque casi hasta agradecida de volver al trabajo.



Va a ser verdad que hay una edad para la maternidad, a pesar del concepto de todo-terreno que tenía sobre mi misma... Y de vez en cuando me preguntan por el hermanito. El hermanito? Quizá llegue cuando la reproducción sea posible a través de esporas, porque a día de hoy consume toda mi energía y lo único que me apetece es descansar y dormir. Dormir... qué gran placer!.

Es un bendito, lo sé, y lo adoro. Es simpático, sociable, come de maravilla (hasta las piedras del parque) y duerme 12 horas del tirón como si tal cosa (no es de extrañar viendo su ritmo de actividad frenética), y se echa su siesta en condiciones.

Quizá lo uno compense lo otro... no lo sé. Sólo sé que estoy muy cansada de ir tras él. De no poder hacer nada mientras está despierto. De llamarle la atención continuamente. Esto no se toca, aquello no se tira, esa porquería no se come....No tiene ocurrencia buena. Benditos sean los niños tranquilos. Aunque puede ser que no coman o no duerman bien.. No sé qué es peor.

Los niños se tienen que mover, también lo sé. Pero una cosa es moverse y otra no parar un segundo quieto.

 Y todo esto no ha hecho más que empezar!. Que el señor me pille confesada.


7 comentarios:

  1. Ay! Que identificada me he sentido... Te leo y me veo reflejada en cada una de tus palabras. Y eso que se supone que el mío es un niño tranquilo! Recuerdo cuando empecé a trabajar que me daba pena dejarle e incluso me iba llorando. Ahora hay días que estoy deseando que llegue la hora de ir al trabajo 😳

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    1. aixxx que fase más dura!! Héctor la fase de comerselo toooodo ya la pasó, ahroa esta en la fase me subo a los muebles y lo que me digan mis padres me da igual. No sirve de nada decirle que eso no lo puede hacer, el se sube una y otra vez. Agotador si, pero es lo que nos toca jajajajaj
      A el, el parque no le mola, eso de el tobogá, columpios o jugar sentadito tranquilamente con la tierra, no va con el.
      El solo quiere correr y correr, e investigar toda la zona.

      PEQUEÑOS DIABLILLOS!!! aixxx.....

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  2. Jeje veo que no soy la única. Normalmente lo asumo y lo sobrellevo pero es que éste está siendo un fin de semana de los de "señor, llévame pronto". Ayyyyyyyyyyy. Tan adorables y tan cansinos!!!! jajajajajajaja

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  3. Otra que mientras leía se veía reflejada en cada palabra.. no para en todo el día. Sube baja del sofá, calcetines en el salón a todas horas.. y ni hablar de la lupa que lleva por ojos porque madre mia hasta el sucio mas mínimo del suelo va a la boca -.- lo mas gracioso de todo es que cuando echa la sieta y la casa esta en total silencio le echo en menos Jajajajajajjajaja

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    1. En serio la echas de menos??. Para mí sus siestas son lo más parecido al paraíso terrenal!. Es cuando puedo aprovechar para hacer la comida, recoger y poner un poco de orden. Incluso a veces me da para sentarme un rato en el sofá!! jajajajaja

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  4. Mi sobrino me agota y sólo le veo unas horas cada semana! Creo que los niños tienen tanta energía porque se apoderan de la nuestra ;)

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    1. jajajajaja ciertamente va a ser eso!. No se me había ocurrido ^_^

      Gracias por tu comentario, Viajero Errante :-)

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